sábado, 19 de mayo de 2012

Ahora que no estás...

Han pasado ya doce días desde que te fuiste a descansar. Entre medias, tu cumple, tu recuerdo y tu vacío.

Era incapaz de escribir nada antes, no tenía fuerzas. En cinco meses he perdido a tres familiares muy cercanos y cada cual más importante en mi vida. Puedes pensar que, siendo dos de ellos abuelos, sea lógico, por el transcurso de la vida. Pero tú no tenías que irte. No hay derecho, al igual que cuando se fue mi tito Pepe injustamente...

Me paro a pensar y son vidas paralelas, formas de ser parecidas, sobre todo ante las adversidades de la vida y las relaciones con los demás. Has luchado como la que más frente a esa mala pata que te tocó pasar... Te entiendo, lo sabes. Pasé por algo parecido. Y si te digo la verdad, hubiese dado parte de esa recuperación tan rápida que tuve porque tú estuvieras ahora entre nosotros.

Dejas atrás tantos recuerdos, tantas buenas sensaciones, tan buen sabor de boca cuando te pienso... Te hablo a ti en primera persona porque siempre estarás en mi y es una manera de tenerte presente, de que nunca te vayas. Podría contar miles de anécdotas, todas con una sonrisa en la cara... Pero no olvidaré, sobre todo, aquel 31 de Enero de 2005, en el que tú y el tío Paco bajasteis a Sevilla cuando me operaban para quitarme un ganglio del cuello. Esas cosas quedan muy dentro del corazón y te dan fuerzas para afrontar de otra manera los problemas. Eso fue un granito de arena para superar aquello de tan buena manera.

Pero es que has sido fuerte hasta cuando te estabas yendo. No querías que nos preocupáramos de ti, querías que siguiéramos con nuestras vidas, que fuéramos felices. No te quejabas, no molestabas, cuando por dentro tendrías que estar rabiando...

Y has sabido, muy bien, por cierto, transmitírselo a tus hijos, mis primos, casi mis hermanos. La entereza que han demostrado durante todo este tiempo es digna de mención. Desde Javi, que al vivir con nosotros lo considero como ese hermano mayor que nunca tuve, pasando por David, siempre sacándole una sonrisa a la gente, Pablo tres cuartos de lo mismo, Raúl, que no te dejaba ni a sol ni a sombra y Cristina.... para Cristina, sinceramente, no tengo palabras.

Que sepáis, si alguna vez leéis estas palabras, que os quiero con toda mi alma, y a ti también, tío, no me olvido de ti. Siempre te has portado genial conmigo y no tienes que dar las gracias porque fuéramos y estuviéramos allí en esos momentos... Es mi tía y sale de dentro, con todo el cariño y la sinceridad que tenemos en el corazón.

Y a ti... te digo un hasta luego, porque tarde o temprano te volveré a encontrar y de nuevo, harás que cuando estemos contigo llueva, tienes ese don, ya sea 10 de Agosto y estés en el Sáhara.

TE QUIERO TÍA

1 comentario: