Sin palabras...

Anoche llegué a mi casa y quería escribir unas palabras, pero me fue imposible después de un día agotador.

Un día que se puede decir que comenzaba en viernes y no tuvo ningún parón... Fue como una de estas maratones televisivas dónde la gente llama para ofrecer dinero con algún fin benéfico. En este caso el fin era mi familia y el dinero, fuerzas.... y hablaré a partir de ahora en primera persona.

El viernes mi móvil echaba humo... miles de whatsapp, mensajes, llamadas, facebook... Y ayer todos esos mensajes de apoyo se convirtieron en personas, en abrazos, en cariños. Madrid, Sevilla, Córdoba... la gente vino desde todos lados para poder estar, aunque fuera, un ratito dando un apoyo que no sabéis lo bien que viene. Una charla, un "como estás", una risa... gracias a tooooodos vosotros, el día de ayer fue muchísimo más llevadero.... Gracias a los que, desde por la mañana temprano, se molestaron en bajar con el frío que hacía, gracias a los que desde Córdoba, no les importa coger un coche y estar una hora, gracias a los que, medio cojos hacen un esfuerzo y aguantan como campeones, gracias a los que se preocupan por traerme la comida, gracias a ese pedazo de equipo de baloncesto, gracias a mis salseros, a mis kizomberos, a mis monitores, a toda esa gente que ni por asomo me imaginaba que vendría, a toda mi familia, a mis hermanas, a mi gente de Madrid, a mis primos, que son los mejores.... no podría parar.

Este fin de semana ha sido el más duro de mi vida y en ningún momento me he sentido sólo, desabrigado... y  no sabéis como os lo agradezco, de verdad, no os podéis hacer una idea. Deberíais estar en mi interior para saberlo, porque no se puede expresar.

Y como no, ahora me centro en ti... ¿Quién, si no tu, iba a ser capaz de movilizar a tanta gente? ¿Quién, si no tu, iba a tener tanto carisma para, en días como el de ayer, pululase en el ambiente tanto amor y cariño? Tenías un carisma especial, todo el mundo te quería, te apreciaba. Eras un gran hombre y los seguirás siendo arriba. Eres el mejor padre, con todos sus pros y contras....

Me regalaste tu última noche en el hospital, me dejaste que te acariciara esa calvita cuando te fuiste, tal y como hacía en observación el día que entraste y te calmaba esos espasmos que tenías. Nos regalastes a todos tus últimas risas y malhumores... Y no te fuiste hasta que dejaste todo solucionado, ahí fue cuando dijiste: "ya me puedo ir tranquilo". Y así te fuiste, tranquilo, con los deberes hechos y con toda tu gente alrededor.

Hoy te daré el último adiós en persona, porque en mi alma siempre estarás presente, porque has sido mi imagen durante toda tu vida y ahora, con todo lo que me has enseñado, tengo que seguir sin ti. Pero me veo capaz, tengo fuerzas y ánimos, has educado a un hijo que ya es hombre y que se siente el hijo mas orgulloso del mundo. ERES EL MEJOR.

HASTA SIEMPRE PAPI. TE QUIERO...